martes, 25 de diciembre de 2007

"El vampiro de la gruta" (Un cuento sobre vampiros - Quinta Entrega)

"-El tipo es un poco raro!" Dijo el empleado del servicio de habitaciones, un joven de veintitantos años.
"-Para vos son todos raros! El pobre parece estar de malas, pero es simpático a pesar de todo. Y no es feo!" Le contestó su compañera, una morocha bastante bonita de la misma edad.
Viendo que entraba a la recepción uno de los dueños de la posada, quien oficiaba de encargado del 'front desk', ambos jóvenes desaparecieron por la puerta que los llevaba al área de servicios.

La luz del sol entraba e inundaba toda la habitación y Caín Harper se levantó a cerrar las cortinas.
Se sentía muy cansado. Miró el reloj. Eran las tres de la tarde.
Desde afuera le llegaban las voces de personas que estaban charlando en la piscina y el sonido del agua cuando alguien chapoteaba en ella.
Siempre de fondo, el continuo siseo del mar cada vez que las pequeñas olas rompían en las playas.
Por que se sentía tan cansado luego de lo que había dormido?
Y por que le molestaba tanto la luz?
Ahora que había corrido las cortinas sentía más alivio, pero siempre que no mirara hacia las ventanas donde, por las endiduras de los costados de los paños, aún se veía una nítida franja de luz blanca.

Volvió a meterse en la cama y se cubrió con las sabanas tapando hasta su cabeza.

Su mente comenzó a nublarse y empezó a sentir que su cuerpo se volvía muy liviano.
Estaba dormido, pero a pesar de todo tenía conciencia de que se encontraba soñando.
La habitación ahora se encontraba a oscuras pero un tenue resplandor lunar, que proyectaba una linea plateada por los lados de las cortinas, le permitía darse cuenta que era de noche.
Era muy extraño, ya que veía toda la escena como desde arriba, como si estuviera flotando.
Comenzó a desplazarse hacia la ventana y de repente, sintió que el aire se había vuelto frío: se encontraba fuera de su habitación.
La placentera sensación de flotar cambió por la sensación de caída.
Pero no caía verticalmente. Podía ver como el paisaje se deslizaba velozmente abajo suyo.
Volaba. Vertiginosamente se desplazaba a una decena de metros del suelo.
La posada, los barrios, 'Casapueblo', todo iba quedando atrás.
Cruzó la blanca y nítida franja de arena de la playa y de repente... el mar.
La luna era un enorme disco blanco platinado que reflejaba su luz sobre la superficie del agua.
Las crestas espumosas resplandecían y podía sentir como el salitre invadía sus fosas nasales y podía saborearlo.
Le producía un ligero vértigo cruzar velozmente por sobre las filas de pequeñas olas.
Luego de lo que le parecieron pocos minutos, vio como si el cuadro girara y se encontró desplazándose hacia la costa.
Veía la linea de luces brillantes que se agrandaban cada vez más y comenzó a divisar primero la playa y luego los acantilados.
Se acercaba más y más y comenzó a descender hacia la playa.
Repentinamente se encontró de rodillas en la arena.
Ahora el viento se sentía más suave, pero igualmente frío.
Escuchó voces que se acercaban.
Se arrastró detrás de unas rocas y agudizó su oído.
Era increíble como podía registrar cada sonido, diferenciar la fuente de cada uno de ellos.
Por un lado esas voces. Voces jóvenes, una masculina y otra femenina.
El sonido de automóviles desde arriba de los acantilados, más voces de personas, múltiples ecos de las olas que reververaban contra las rocas y de fondo, el mar. Constantemente el siseo del mar como una tenue sinfonía que envolvía todo.
Las voces de los jóvenes que se acercaban ya no se oían, pero podía escuchar el sonido de sus cuerpos sobre la arena.
Se asomó por sobre las rocas y los vio, tendidos, abrazándose y besándose.
Se encaramó sobre las rocas y sus sentidos se agudizaron y centraron en la pareja, relegando todos los demás sonidos a un segundo plano y excluyendo algunos por completo.
Se encontraba a unos pocos metros, seis o siete.
Ahora podía sentir el calor de esos cuerpos, los latidos de sus corazones que bombeaban cada uno con su propio ritmo.
Una nueva sensación recorrió todo su cuerpo, como una corriente eléctrica que le erizó la piel.
La joven dejó de besar a su compañero y levantó la cabeza.
Ambos miraron a su alrededor hasta que se quedaron inmóviles de cara a donde el se encontraba.
Lo último que Caín Harper vio, fueron sus rostros aterrorizados.
Y luego todo se tiñó de rojo.

Continuará...

John Doe.

10 comentarios:

Eugenia dijo...

te dedicas a escribir el dia de navidad,john?
excelente.

Anónimo dijo...

y aqui me tenes, en primera fila..
me gusta mucho, un abrazo

John Doe dijo...

'Eugenia':

Llegué bastante tarde, pero me empeñé en 'despuntar el vicio'!

Besos.

"Largo y arduo es el camino, que conduce del Infierno a la luz" (John Milton - "Paradise Lost")

John Doe dijo...

'Nikolina':

Gracias de nuevo!

Tal vez no pueda escribir por unos días.
En todo caso la próxima semana volverá a haber una entrega!

Besos.

"Largo y arduo es el camino, que conduce del Infierno a la luz" (John Milton - "Paradise Lost")

John Doe dijo...

'Eugenia':

Sabés que hoy pasé muy cerca de ahí? Pero lamentablemente no podía detenerme.
En algunas semanas volveré a pasar por el lugar, pero esta vez no me privaré de hacer un reconocimiento de los escenarios que estoy utilizando!
Estoy ansioso por hacerlo!

Besos.

"Largo y arduo es el camino, que conduce del Infierno a la luz" (John Milton - "Paradise Lost")

Eugenia dijo...

muy cerca de Portzuelo? también suelo estar cerca de allí, es posible que nos crucemos (esto si tu no pasas a vuelo rasante)

Andrea dijo...

Muy buena la historia... Espero las proximas entregas!!!
Buen año!!

John Doe dijo...

'Sapa':

Gracias...
Continuaran!!!

Buen año para vos también!

"Largo y arduo es el camino, que conduce del Infierno a la luz" (John Milton - "Paradise Lost")

Eugenia dijo...

Mi blog ha sido bloqueado por Google por ser potencialmente peligroso ¿?
Ambos han sido catalogados peligrosos!!

Imagino imposibles causas, espero sin embargo, que no se confirmen las más terribles: la mordedura de vampiro.

John Doe dijo...

'Eugenia':

Nooooooooooo...

Me estás jodiendo!!!

Me arriesgo a decir que probablemente se deba a tu apología de Iran; de ser ésa la verdadera razón sería de todas maneras una gran estupidez!

Mejor sería ser mordido por un vampiro, no?

Realmente lo lamento Eugenia, aunque espero que ya mísmo estés armando otro blog!!!

Besos.

"Largo y arduo es el camino, que conduce del Infierno a la luz" (John Milton - "Paradise Lost")