lunes, 17 de diciembre de 2007

"El vampiro de la gruta" (Un cuento sobre vampiros - Tercera Entrega)

Al acercarse a la caverna, Caín Harper sintió lo mismo que sentía cuando niño al entrar por las noches en el altillo de la casona familiar
Era como entrar en un cuento de terror.
Su padre era coleccionista de antiguedades y conservaba varios ítems dignos de estar en un museo.
A pesar de que el Sr. Green le sugiriera vender alguna de ellas en razón de lo valioso que serían, jamás se le cruzó por la mente al Sr. Harper deshacerse de ninguna.
A Caín había una que le fascinaba y aterraba al mismo tiempo: se trataba de un 'raro' ejemplar muy parecido a la 'Dama de Hierro de Nüremberg'.
Lo que le resultaba aterrador no era la función para la que había sido concebida, sino que la expresión del rostro femenino que ostentaba el macabro artefacto, carecía por completo de la serenidad que viera en la que aparecía en los libros de historia.
La del altillo de su casa sonreía levemente, pero con una sonrisa maliciosa, como deleitándose de antemano del festín sangriento que se daría cuando le trajesen alguna víctima.
Pero aquí no había nada que temer y el ya no era más un niño.
No obstante la sensación permanecía aún cuando comenzó a adentrarse en la caverna.

Descendió hacia el interior bajando la media docena de escalones que, al igual que el suelo de la gruta, habían sido construidos por la mano del hombre aunque parecieran ser parte natural de la misma.
Si bien en el exterior la luz del sol llegaba ya débilmente al fondo de la playa donde estaban las grutas, aquí adentro parecía haber un tenue e impreciso resplandor, pero que le ayudaba a ver lo suficiente del inmenso recinto.
Excepto por los rincones más oscuros, se podían ver en un par de sitios estructuras de lo que antaño fueran las barras de los bares de una 'disco' y algunas para las cuales no podía adivinar el uso que se le diera.
Caminó más hacia el interior, sintiendo el olor a humedad impregnado de restos de vegetales y vida marina en descomposición.
El sonido líquido de sus pasos sobre los charcos que cubrían el suelo del lugar, le volvía en tenues ecos desde las sombras.
Escuchó algo que goteaba y miró hacia arriba.

A pesar de que le habían advertido al respecto, no pudo evitar sobresaltarse al ver que la bóveda de la gruta estaba adornada por vampiros que colgaban en grupos desparejos.
Parecían dormir pacíficamente ajenos a su presencia, aunque alguno que otro desplegaba sus alas como desperezándose.
Caín caminaba mirando hacia arriba, como vigilando a esos pequeños seres que se amontonaban cabeza abajo.
De repente tropezó con un desnivel del suelo y cayó pesadamente.
El ruido húmedo que se produjo reverberó a lo largo y a lo ancho del lugar.
Se apoyó con las manos a los costados de su cuerpo y volvió a mirar hacia la bóveda de la gruta para ver si todo permanecía igual.

Primero uno. Luego otro. Después de a montones, los vampiros comenzaron a soltarse y a volar en círculos agitando sus alas velozmente.
Caín comenzó a sentir que su respiración se agitaba, los latidos de su corazón se aceleraban, la sangre se le agolpaba en las sienes.

De repente, el caos.

Con una explosión de chillidos agudos e infernales y un golpeteo seco y membranoso, los vampiros salieron despedidos en todas direcciones y comenzaron a llenar el lugar.
Como si volviera a ser aquel niño en el altillo, Caín solo atinó a acurrucarse sentado en el lugar que se encontraba.
Sentía como esas pequeñas bestias le pasaban batiendo sus alas y chillando, demasiado cerca para su tranquilidad.
De pronto, un escalofrío le recorrió la espalda.
Y no era solo un escalofrío, pues sintió que uno de esos pequeños seres inmundos, arañando su camisa le trepaba por la espalda.
Fue ahí cuando impulsado como por un resorte invisible, de un salto comenzó a correr por el interior de la gruta.
Corría en círculos velozmente, como si imitara el vuelo de los vampiros.
Se retorcía y realizando con sus brazos movimientos que contradecían las posibilidades de sus articulaciones, trataba de alcanzar a la alimaña que continuaba prendida a su camisa.
Cuando ésta alcanzó a treparse al músculo de su trapecio izquierdo y Caín pensó que lo iba a agarrar, sintió como la pequeña fiera le clavaba sus dientes.
Luego de un segundo de agudo dolor, desproporcionado para el tamaño de esos pequeños dientes, logró agarrarlo, arrancarlo de sus ropas y lo arrojó violentamente hacia el vacío.
El vampiro agitando violentamente sus alas membranosas, realizó una pirueta y evitó estrellarse contra la pared de roca y se elevó uniéndose a la danza aérea del resto de sus camaradas.
Caín corrió hacia la boca de la caverna y salió al exterior.
Trastabillando recorrió tan solo unos metros y cayó de rodillas sobre la fina arena.
Estaba empapado en su transpiración y sintió como la helada brisa marina lo envolvía en su manto.

Los vampiros comenzaron a salir de la gruta y a elevarse...
y como un interminable torbellino demoníaco, se fueron perdiendo en el oscuro cielo del ocaso.

Continuará...

John Doe.

13 comentarios:

Geoffrey Firmin dijo...

Estoy aca, mi amigo. Leyendo atrapado. Gran cuento. Gran escritura. Como diria un viejo arbitro: "Siga!, Siga!"

Abrazo.

Mariano dijo...

Espero la cuarta...

John Doe dijo...

'Geoffrey':

Gracias y abrazos!

"Largo y arduo es el camino, que conduce del Infierno a la luz" (John Milton - "Paradise Lost")

John Doe dijo...

'Mariano':

Continúa... serán varias entregas!

Abrazos.

"Largo y arduo es el camino, que conduce del Infierno a la luz" (John Milton - "Paradise Lost")

Mariano dijo...

Consejo, regístrelo de alguna manera, mi querido brother...

John Nick dijo...

Registre amigooooo, tiene razón Mariano! Abrazo,

Rubia Lulú dijo...

A full con el horror eh. Yo tengo ganas de ver alguna película que me de miedo, pero hasta ahora no encontré ninguna. Cuentos sí, obvio, pero no películas.
Beso
Lulú.

Eugenia dijo...

El olor de las cavernas donde hay agua es como a metal

John Doe dijo...

'Mariano' - 'John Nick':

Obviamente voy a seguir sus consejos!

Abrazos a ambos.

"Largo y arduo es el camino, que conduce del infierno a la luz" (John Milton - "Paradise Lost")

John Doe dijo...

'Rubia Lulú':

El 'clásico' del horror de todos los tiempos es para mi 'El Exorcista'!
A pesar de los años que tiene esa película, aún logra 'erizarme' como ningúna otra.

Hay varias que son más 'efectistas' y que se pueden ver:

1- "Nightbreed"
2- "Hellraiser"
3- "The Relic"

Ahora no recuerdo otras, cuando lo haga te digo!

Besos.

"Largo y arduo es el camino, que conduce del infierno a la luz" (John Milton - "Paradise Lost")

John Doe dijo...

'Eugenia':

Pero...
"... olor a humedad y vida marina en descomposición..." no suena más trágico?

"Largo y arduo es el camino, que conduce del Infierno a la luz" (John Milton - "Paradise Lost")

Eugenia dijo...

nada más alejado de la literatura y la tragedia que mi aporte. Usted siga en su terreno, es lo hace bien.
Lo mío era un dato aislado.

John Doe dijo...

'Eugenia':

El dato me viene bárbaro, solo estaba bromeando!

Te referías a cavernas en zonas costeras o tierra adentro con fuentes de agua subterraneas?
Porque a la orilla del mar simplemente, ya de por si está algo impregnado de olor a 'pescado' (ahora siendo muy poco melodramático!)

Besos.

"Largo y arduo es el camino, que conduce del infierno a la luz" (John Milton - "Paradise Lost")